Podría apostar que la mayoría no ha escuchado de Norman Borlaug, uno de los hombres mas importantes del siglo XX y cuyo trabajo ha salvado mas de mil millones de vidas en el mundo.

Norman Borlaug, nació hace 100 años y es el padre de la llamada Revolución verde por lo que recibió el premio nobel de la paz.

¿Su logro?

Nada menos que casi triplicar la producción de alimentos mundial, con ello por primera vez en toda la historia de la humanidad tenemos la posibilidad de alejar el fantasma del hambre. Por ejemplo en 1950, una hectárea de tierra podía producir unos 750 Kg. de trigo, actualmente puede producir hasta 2,750 Kg. El mundo actualmente puede producir mas alimentos de los que necesitamos, el hambre debería ser cosa del pasado... pero los políticos y dictadores tienen otras idea en mente, pero eso es un tema aparte.

¿Cómo lo logró?

De 1940 a 1960 promivió una serie de iniciativas para el desarrollo de tecnología agrícola, desarrollo de nuevas semillas y sobre todo de transferir esa tecnología a los agricultores de todo el mundo, en resumen la agrotecnología.

Hoy esos métodos son cuestionados: sistemas de irritación, uso de pesticidas, fertilizantes, variedades modernas de semillas, es decir todo lo que al ciencia podía usar y desarrollar. En México la revolución verde llego en la forma de Maíz híbrido, que nos permitió lograr cosechas nunca antes vistas.

Criticas

Pero siempre hay criticas. El hambre siempre ha sido una de las bases de los movimientos civiles y revoluciones. El poder disponer de alimentos en mayor  abundancia frenó el desarrollo de movimientos sociales. El periodista Mark Dowie, uno de los principales críticos de la revolución verde escribió:

"El principal objetivo del programa era geopolítico: Proveer al populacho de las naciones subdesarrolladas de alimento para traer estabilidad social y debilitar el fomento a la insurgencia comunista".

En lo personal, no creo que el comunismo o el socialismo deberian fomentarse a través del hambre...  en México algunos criticos  le atribuyen el haber retrazado las reformas sociales que se requerian en el campo, y hasta la fecha muchos llamados izquierdistas ven a la tecnificación de la agricultura como algo opuesto a los movimientos sociales lo que me parece una visión demasiado cerrada y elitista, pues esos mismos criticos no tienen problemas para obtener sus alimentos.

Cierto, la revolución verde, no era perfecta, depende demasiado de los monocultivos y los agroquimicos, pero por otro lado, los agroquimicos que se disponen ahora son mucho menos agresivos que los que se usaban hace 50 años y se hacen grandes esfuerzos en el desarrollo de pesticidas degradables y biodegradables que no se acumulen en el medio ambiente. Ademas,  el efecto neto de la revolución verde  ha sido el poder reducir las áreas de cultivo y al final eso ayuda a evitar daños a la ecología.

Tal ves un día Norman Borlaug pueda ser mas conocido, y se pueda reconocer mejor el impacto que tuvo, lejos de ideologias y politica.