Todos hemos escuchado el nombre de Baal, y casi siempre lo asociamos con algo oscuro: un dios “malo” de la Biblia, ese al que supuestamente le gustaba que le sacrificaran niños, como a Moloch… o al menos eso nos han contado en sermones, películas y hasta en canales de YouTube. La verdad es que esa imagen nace menos de quién fue en realidad y más de cómo lo pintaron después: la narrativa bíblica dominante lo convirtió en enemigo de Yahveh, los cristianos lo hicieron principe de los demonios y siglos de repetir esa historia lo dejaron marcado como villano.
Pero cuando uno se asoma a la historia de los fenicios y de otros pueblos semíticos, resulta que Baal no era un dios único ni un demonio. De hecho, Baal ni siquiera era un nombre propio, sino un título de respeto: “el Señor”.

Existe un movimiento de Rock indigena, es decir musica de rock interpretada en las distintas lenguas indígenas de México, rechazado por intelectuales que lo ven como una apropación cultural, pero apreciado por los jovenes indigenas, y parece que después de muchos años que esta comenzando a dar frutos. Sin embargo es completamente ignorado por el gran publico.
